Cuba padece hoy una doble tragedia. A la devastación infligida por el huracán Gustav, se suman los daños causados por obstáculos de orden político que dificultan que la ayuda internacional llegue de manera expedita a las zonas de desastre. La Organización Demócrata Cristiana de América considera que, muy por el contrario, esta situación debe servir como una oportunidad para que todos los actores involucrados demuestren que, más allá de banderas, países o credos políticos, su verdadero interés es ayudar al pueblo hermano de Cuba.
Apelando a su espíritu humanitario, los partidos demócrata cristianos de América solicitan al gobierno de Estados Unidos:
- Permitir a los cubanos del destierro remitir remesas a personas que no sean sus familiares directos, como requieren las recientes regulaciones
- Acceder al envío de artículos de higiene y ropas en los paquetes de ayuda, como antes de que se agudizaran las restricciones
- Suspender por el periodo de moratoria de emergencia de 30 a 60 días la prohibición de viajar a Cuba para aquellas personas que hayan ido dentro de los últimos tres años a Cuba
- Relajar la restricción de limitar el peso del equipaje a los viajantes
Creemos que dichas facilidades, aun cuando sean temporales, contribuirán a mejorar significativamente las condiciones de vida de miles de cubanos.
También consideramos de vital importancia que el gobierno cubano y las agencias de viajes a Cuba no graven las donaciones, así como la aceptación de todo tipo de ayuda, cualquiera que sea el lugar del que ésta provenga.
La ODCA ve en este momento de pesar un espacio para elevarse sobre las diferencias ideológicas, haciendo del humanitarismo nuestra bandera común. La solidaridad que se manifieste en este momento de pesar servirá para evidenciar la naturaleza subyacente en los esfuerzos políticos que hoy buscan definir el destino de Cuba, abriendo camino hacia nuevos espacios de tolerancia, entendimiento, diálogo y un verdadero espíritu de servicio a los necesitados.
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